Erase una vez un hermoso y enorme gato cuyo nombre es Tito, él es el príncipe de un castillo ubicado en el departamento más maravilloso de Colombia, el Cauca, su reino se llama Titolandia, Tito el gato es el príncipe más querido del País por todos sus actos de beneficencia y ayuda a los animales del País. Hace tan solo dos días, el gato Tito se ha enterado que en Leticia, la capital del Amazonas, las condiciones para los animales de la selva son no muy buenas debido a el hecho de no tener el suficiente suministro de alimento ni factores favorables para un adecuado desarrollo y forma de vida y por esta razón tan fuerte ha decidido ir a solucionar este problema y asi seguir siendo el más amado de la región.
De este modo llamo a sus sirvientes para que armaran un plan completo y así Tito pudiera ir con la plena seguridad de que nada le pasaría, de que las condiciones de viaje por ser selva no fueran peligrosas y sobre todo de que se aseguraran que Tito el gato príncipe llevara todo los utensilios necesarios para hacer feliz a los animalitos de la hermosa Leticia, la capital de el pulmón del mundo, el Amazonas. Pasaron todo un día armando un mapa con las actividades cronológicamente que harían para ayudar a estos animalitos, al llegar a este lugar Tito se encontró con una enorme manada de micos ladrones que querían robarle todos los juguetes, comida, ropa y demás cosas que llevaba para la selva; Tito al ver a estos escalofriantes micos con un tamaño superior al de él, casi triplicándolo, con un cuchillo en sus manos, el gato Tito les salto al cuello y les aruño los ojos pudiendo así escapar rápidamente y continuar con su mapa, esto fue una de las odiseas mas impresionantes que tito haya hecho en toda su vida.
Pero no todo acaba acá, desafortunadamente, este mico tenía aliados esperando en el siguiente matorral verde y frondoso y fuertemente agarraron al pobre Tito con tanta fuerza que este se queja demasiado. De pronto aparece la autoridad más respetada de toda la espesa selva amazónica colombiana el elefante policía Tiesto y actúa rápidamente en la escena del crimen, nadie sabe de dónde salió, porque este tenía poderes mágicos que consistían en aparecer y desaparecer según su conveniencia y sobre todo la de los ciudadanos animales de la selva. Tiesto era bastante grande, definitivamente grande, y sin culpa aplastó a los micos y se corto las patas. El gato príncipe Tito, agradecido, le dio un abrazo fuerte donde sintió el aliento del policía elefante Tiesto, definitivamente tenía un tufo impresionante.
De pronto dos gatúbelas con tremenda cola y senos prominentes besaron a cuanto animal estaba por allí, el gato Tito empezó a maullar sin control, no aguantaba el desespero, eran hermosas las gatas vagabundas, la fama que tenían en otras ciudades era impresionante, pero de repente el SUPERYO del príncipe gato Tito se activo así que fue a flagelarse porque recordó que su tía antes de morir tras haber sido acecinado muy sanguinariamente hizo prometer al gato Tito que nunca tendría relaciones sexuales, o por lo menos no con gatas vagabundas, sólo con gatas decentes. De un momento a otro y tras una larga noche de pesadillas, el gato Tito fue movido a una reflexión sobre su vida, una bella introspección, lo llevo a buscar ayuda divina. Fue así como el pingüino sacerdote lo exorcizó; convulsionó y vomito la vestimenta del pingüino sacerdote el cual cogió una silla y se la atravesó por el abdomen y fue de esta manera como termino la historia del gato tito, el príncipe más querido de todo el País.
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